Las teorías
del aprendizaje pretenden
describir los procesos mediante los cuales tanto los seres humanos, como los
animales aprenden.
Las diversas teorías ayudan a comprender,
predecir y controlar el comportamiento
humano,
elaborando a su vez estrategias de aprendizaje y tratando de explicar cómo los sujetos
acceden al conocimiento. Su objeto de estudio se centra en la
adquisición de destrezas y habilidades en el razonamiento y en la adquisición de conceptos.
- Teorías asociativas, asociacionistas o del condicionamiento. Están basadas en el esquema estímulo-respuesta y refuerzo-contigüidad.
- Teorías cognitivas. Renunciando a lo fisiológico y centrándose en lo mental, intentan la elaboración de una concepción holística.
- Teorías funcionalistas. Conciben el aprendizaje como el proceso adaptativo del organismo al medio mediante una serie de actividades psíquicas o funciones dinámicas.
- Teorías estructuralistas. Explican el aprendizaje como una cadena de procesos interrelacionados dirigidos a la formación de estructuras mentales.
- Teorías psicoanalíticas. Basadas en la psicología freudiana, han influido en las teorías del aprendizaje elaboradas por algunos conductistas, como la teoría de las presiones innatas.
- Teorías conductistas o behavioristas. Interpretan la conducta humana en base a la psicología animal.
- Teorías no directivas. Centran el aprendizaje en el propio yo y en las experiencias que el individuo posee.
LA TEORÍA DEL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO
DE AUSUBEL.
La teoría de Ausubel se ocupa
específicamente de los procesos de aprendizaje/enseñanza de los conceptos
científicos a partir de los conceptos previamente formados por el niño en su
vida cotidiana.
LA TEORÍA DEL APRENDIZAJE DE VIGOTSKY.
La respuesta vygotskiana ante la
escisión de la psicología: actividad y mediación.
Vigotsky parte de una posición decidida
en contra del asociacionismo y el mecanicismo. Rechaza por completo los enfoques
que reducen la psicología, y en nuestro caso el aprendizaje, a una mera
acumulación de reflejos o asociaciones entre estímulos y respuestas. Existen
rasgos específicamente humanos no reducibles a asociaciones, como la conciencia
y el lenguaje, que no pueden ser ajenos a la psicología.
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